Los termómetros con contacto eléctrico son óptimos para aplicaciones que requieren una indicación local y simultáneamente una monitorización de los valores límite. Los contactos cierran y abren un circuito eléctrico en función de la posición de la aguja del instrumento. Tras alcanzar un valor previamente configurado se activa una alarma. Los termómetros con contacto eléctrico también son óptimos para la el cierre, la abertura y la conmutación de procesos.