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Los termorreguladores se utilizan frecuentemente en la industria del plástico y del caucho. En estas aplicaciones, precalientan las herramientas a la temperatura de funcionamiento y disipan el calor generado por el material durante la producción en serie, evitando así el sobrecalentamiento de la herramienta y el daño al producto. Otros campos de aplicación son la industria química y farmacéutica, la industria alimentaria y de bebidas, la industria del embalaje, la metalurgia o la transformación de la madera. Una máquina para plásticos funciona frecuentemente en funcionamiento continuo (24 horas al día, 7 días a la semana). El funcionamiento seguro depende, en gran medida, de la calidad del control de temperatura.

Los termorreguladores están conectados externamente a un circuito, por ejemplo en la regulación de temperatura de una herramienta de moldeo por inyección en la industria del plástico, y están disponibles como baños de inmersión, similares que se utilizan en laboratorios o para el control de calidad. Los diseños incluyen instrumentos de producción en serie estándar y plantas de control de temperatura diseñadas para proyectos (a menudo sistemas de circuitos múltiples) para procesos de producción que requieren el controlo de elevados volúmenes de calor.

Un termorregulador se compone de los siguientes componentes principales:

  • Depósito con calentador e intercambiador de calor
  • Bomba de recirculación
  • Regulador de temperatura

Las versiones abarcan instrumentos de refrigeración hasta -150 °C hasta sistemas de calefacción (calentadores de aceite térmico) hasta +400 °C. Como medio de transmisión de calor se utiliza agua, glicol o aceites térmicos.

Un interruptor de nivel se controla el nivel del fluido térmico. Si hay suficiente fluido caloportador en el depósito, la bomba de circulación lo transporta al lugar de consumición y lo devuelva al depósito. En el depósito, se mide la temperatura real para su procesamiento en el controlador de temperatura. Si la temperatura real supera el punto de consigna, se abre la electroválvula de la conexión de agua de refrigeración y se reduce la temperatura del fluido caloportador en el depósito hasta alcanzar temperatura de consigna. En el caso contrario, el medio de transferencia de calor se calienta, generalmente con un calentador de cartucho de calefacción.

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